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Reflexiones, desafíos y aprendizajes: mi experiencia en la COP 15 sobre Biodiversidad

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Por: Úrsula Fernanda Tovilla Sánchez

Una de las grandes motivaciones que tengo en la vida es la Naturaleza en todas sus formas, lo que me ha llevado a procesos de defensa ambiental desde las juventudes y mujeres. A lo largo de estos procesos he participado en distintos temas relacionados con la biodiversidad, desde el activismo y mi profesión, entre ellos, procesos de incidencia política dentro del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés). En un comienzo, estas actividades las realizada por parte de la Red Global de Jóvenes por la Biodiversidad Capítulo México (GYBN México, por sus siglas en inglés), sin embargo, poco a poco fui abriendo horizontes para incidir en otros espacios, como CBD Women’s Caucus.

En diciembre del 2022, tuve la oportunidad de asistir, con apoyo de Woman4Biodiversity, a la decimoquinta Conferencia de las Partes (COP 15) del CBD, un evento de alto nivel donde se concretaron las negociaciones del nuevo marco que regirá el destino de la biodiversidad para transitar a “Vivir en armonía con la naturaleza” (Marco mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica), así como las reuniones del Protocolo de Nagoya y Protocolo de Cartagena. 

Mi participación se basó en el análisis, redacción de posicionamientos y seguimiento a las negociaciones de la COP-MOP 10 del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, como parte de CBD Women’s Caucus, enfatizando la importancia de incluir la perspectiva de género, derechos humanos y justicia intergeneracional. 

Esta experiencia estuvo llena de aprendizajes que me permitió comprender mejor los procesos de participación en las negociaciones dentro de la COP y las otras formas de incidir. Aunque el idioma fue un desafío, no fue impedimento para poder participar en espacios donde me rodeaba de mujeres y juventudes empáticas y pacientes.

En la espera de la aprobación del Nuevo Marco Mundial sobre Biodiversidad Post2020. Crédito: Cicilia Wangari Githaiga

En este proceso, me di cuenta que a pesar de que el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica cuenta con un objetivo y una meta sobre género, acompañados de un Plan de acción, aún existe trabajo por hacer para que la implementación del Protocolo de Cartagena se realice bajo una perspectiva de género y de derechos humanos, especialmente que los países garanticen que estas perspectivas se apliquen en las consideraciones socioeconómicas dentro de la toma de decisiones, acompañados de procesos adecuados y pertinentes de consentimiento fundamentado previo dentro de los territorios, especialmente donde se liberan los Organismos Vivos Modificados (OVM). 

Es fundamental seguir incidiendo para que en estos procesos, los esfuerzos de capacitación y prevención de riesgo estén acompañados de información con un lenguaje pertinente, accesible y culturalmente adecuado, principalmente, para que las personas que no son expertas en biotecnología puedan entender a la perfección los impactos que tienen los OVM, y con base en ello tomar una decisión; así como considerar la percepción que tienen las personas del riesgo que implican los OVM liberados dentro y cercanos a sus territorios, en particular de quienes han sido guardianas del territorio aún sin tener acceso al manejo del mismo, y que a pesar de los retos y obstáculos han tenido un papel importante en la seguridad y soberanía alimentaria que sustenta a la sociedad.

Por otro lado, también tuve la oportunidad de estar presente y participar en foros y pláticas realizadas por otras mujeres en temas de: defensa del territorio, violencia de género en la conservación, mecanismos financieros para la justicia de género, juventudes y biodiversidad, entre otros eventos simultáneos que acontecían durante la COP 15. Estos espacios me permitieron conectar con mujeres increíbles y admirables, con quienes intercambiamos experiencias, culturas, sentires y pensares. Además, fueron espacios que reforzaron la sororidad que existe entre nosotras, a pesar de las diferencias en el idioma. Lo más valioso que me llevo fueron estos vínculos, que pese a la distancia, sabemos que podemos seguir colaborando para dejar huellas en estos espacios de toma de decisiones y dentro de nuestros territorios, buscando y exigiendo insaciablemente conservar la biodiversidad acompañada de la justicia de género y de los derechos humanos.

Participación en el foro “Making conservation spaces safer: Addressing sexual harassment”. Crédito: Lizbet Granados

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